Sargento Gómez leyenda de la pelota valenciana

El Sargento Gómez: leyenda de la pelota valenciana y puntero inolvidable

En la historia de la pelota valenciana, pocos nombres brillan con tanta intensidad como el del Sargento Gómez, uno de los punteros más emblemáticos que ha dado este deporte. Nacido en 1931 en Benissanó, en la comarca del Camp de Túria, Gómez no solo destacó por su talento, sino por una longevidad excepcional en los trinquetes, manteniéndose en la élite durante más de tres décadas.

Una carrera que marcó época (1950–1980)

El Sargento Gómez debutó en los años 50 y rápidamente se convirtió en referente en todos los trinquetes valencianos, incluido el icónico Trinquet de Pelayo. Su posición como puntero le permitió desarrollar una trayectoria sólida, inteligente y eficaz, destacando siempre por su capacidad de herir y jugar encima de la cuerda.

Durante la década de los 50, formó un trío memorable junto a Oliver y Deval, también naturales de Benissanó. Su compenetración y calidad técnica hicieron de este equipo una auténtica sensación en las principales partidas de la época.

El apodo de Sargento no fue casualidad. En una entrevista concedida en 1980, Gómez afirmó:

“El secreto es saber mandar y animar, al mismo tiempo, a los compañeros. Me gusta más dirigir a los más jóvenes, para que aprendan”.

Este liderazgo dentro del trinquete fue una de sus marcas distintivas. A eso se sumaban tres grandes virtudes que lo definían:

  • Una herida punzante y precisa
  • Una visión táctica e inteligencia de juego
  • La capacidad de dirigir y coordinar a su equipo con maestría

El trinquete de Benissanó: cuna y testigo de una leyenda

El histórico trinquete de Benissanó, donde Gómez creció como jugador y donde se rodó el documental Trinquete roto, cerró sus puertas a finales de los años 60 y fue demolido a inicios del siglo XXI. Su desaparición dejó un vacío en la historia de la pilota, pero nombres como el del Sargento Gómez mantienen vivo su recuerdo.