El primer minitrinquet: tradición y juventud en la pilota valenciana
La historia del minitrinquet
En los años setenta y ochenta, la pilota valenciana necesitaba prestar atención a los jugadores juveniles, ya que era complicado completar equipos para los campeonatos junto a los profesionales. En ese contexto surgió la idea de crear un minitrinquet en el Colegio Balmes de Guadassuar, con el objetivo de acercar el deporte a los jóvenes y fomentar su formación desde edades tempranas, combinando enseñanza y tradición.
El maestro Julián de la Fuente, director del colegio y procedente de Cuenca, observó que sus alumnos podían beneficiarse de aprender un deporte valenciano que hasta entonces estaba reservado principalmente a adultos. Con la colaboración del aficionado Bernardo Solís, conocido como Cirilo, y el apoyo de jugadores profesionales de la época como Genovés I, Eusebio, Xatet II, Juliet, Fredi y otros, se organizaron clases y prácticas los fines de semana, así como un festival benéfico para financiar la construcción del minitrinquet. Gracias a este esfuerzo, en pocos meses el proyecto se materializó y el 25 de junio de 1980 se inauguró oficialmente, convirtiéndose en un hito educativo y deportivo para Guadassuar y toda la Ribera.
La inauguración del minitrinquet se vivió como una gran fiesta. Esa mañana se disputó un esperado duelo mano a mano entre las leyendas Juliet y Rovellet, mientras que por la tarde se celebró un festival con la participación de los mejores jugadores de la época, incluidos Genovés, Eusebio, Fredi, Xatet II, Vicente y Vicentico. Más de quinientas personas asistieron al almuerzo de hermandad, donde el restaurante Galbis preparó la famosa “paella de las mil plazas”. Los alumnos del colegio entregaron regalos a los jugadores, entre ellos Paco Genovés y Enriquito d’Alzira, trinqueter de Guadassuar, mientras que Eugeni Tuzón, empresario de Pelayo, realizó los parlamentos junto a Julián de la Fuente, artífice de toda la iniciativa. El resultado de las partidas fue anecdótico, porque aquel día todos ganaron, aunque la primera la vencieron Genovés y Pepe con Gómez de feridor frente a Eusebio, Vicent y Vicentico, y la segunda Fredi, Vinyes y Gat I se impusieron a Antoniet, Xatet II y Machí.
Hoy, el Trinquet Pelayo continúa la labor iniciada en Guadassuar, manteniendo viva la tradición de la pilota valenciana y acercándola a nuevas generaciones. A través de talleres, exhibiciones y actividades culturales, el trinquet combina historia, diversión y educación, asegurando que los jóvenes puedan conocer el deporte, aprender sus valores y disfrutarlo de manera activa.
El primer minitrinquet no solo significó un espacio para practicar pilota, sino que sentó las bases de la formación juvenil y de la inclusión del deporte en la educación. Gracias a esta iniciativa, la pilota valenciana sigue creciendo, adaptándose a los tiempos modernos sin perder su esencia y su conexión con la comunidad.
Visitar el Trinquet Pelayo permite descubrir esta historia, probar diferentes modalidades y experimentar de primera mano la riqueza cultural y deportiva que la pilota valenciana ofrece a todas las edades. Es una oportunidad única de aprender, jugar y formar parte de una tradición que sigue viva en cada partido, en cada golpe y en cada rincón de este espacio histórico.